
En los últimos años, hemos oído hablar de alimentación sostenible, cuidado del medio ambiente y conservación de los recursos naturales, así como del planeta. Hablar y lograr una alimentación sostenible es posible. Una de las preguntas más frecuentes es ¿Es posible cuidar el medio ambiente con lo que comemos? La respuesta es sí. Se sabe que una mala alimentación puede llevarnos a desarrollar enfermedades, pero lo que quizás nos cuesta más comprender es que una mala alimentación también puede acabar con la salud de nuestro planeta
Lo cierto es que tener una alimentación sana, equilibrada y en definitiva cuidada, no solo trae beneficios a corto y largo plazo sobre la salud de las personas, sino que también lo hace sobre el planeta.
La alimentación es considerada como una de las actividades que más impacto tiene sobre el medio ambiente. Para poder producir los alimentos necesarios se necesitan un 48% de los recursos naturales, un 70% del agua dulce, los que contribuye a la deforestación y la pérdida de la biodiversidad y genera el 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por ello, se considera un alimento sostenible cuando en el proceso de producción el impacto ambiental es muy mínimo, evitando el agotamiento de los recursos naturales y respetando la biodiversidad. En conclusión, una alimentación sostenible se caracteriza por :
- Adaptarse al entorno y la cultura.
- Saludable por su alto contenido en nutrientes.
- Equilibrada, y es que posee alimentos que son predominantemente de origen vegetal.
Beneficios
Utilizar una dieta sostenible supondrá beneficios sobre la salud humana y del planeta.
- Protección de la biodiversidad del planeta. Con una menor utilización de tierra para la ganadería evitaremos la deforestación y ayudaríamos a la conservación de las especies que están en peligro de extinción.
- Ayuda a frenar el cambio climático. Las emisiones de gases de efecto invernadero descenderán con la reducción del consumo y producción de alimentos animales.
- Seguridad alimentaria.